miércoles, 16 de diciembre de 2009

Ole Moratinos: "En el Congreso estamos pensando en nuestras cosas"

Por Pilar Portero

¿Por qué hablar de la UE es tan coñazo?
Sus señorías responden a tu2is.es.

Vigorizante y tonificante. El frío que hacía en Madrid a las nueve de la mañana era como un chute de energía, baja en emisiones de CO2 que para algo estamos a punto de alcanzar el clímax en la cumbre de Copenhague. Zapatero repasa en el hemiciclo los objetivos para la inminente presidencia de España de la Unión Europa. Se duermen hasta los frescos de la bóveda del salón de sesiones. "Es preciso aprovechar esta transición baja en carbono para crear puestos de trabajo", repite el profesor Siesta .

Los diputados socialistas consultan el gmail, leen las columnas de opinión de la Vanguardia o de El Mundo, y José Antonio Alonso y Eduardo Madina, buscan en elpais.com una noticia sobre el grupo en la sección de nacional. ¿Cómo lo se? Porque cotilleo desde la tribuna de prensa, situada sobre la bancada socialista. A los peperos le veo de frente. Soraya Sáenz de Santamaría y José Luis Ayllón charlan entre risas como si estuvieran tomando un café, el tema debe ser lo suficientemente frívolo como para que Rajoy tenga la oreja puesta con descaro. Caldera bosteza. Rosa Diez le cuenta su vida y milagros a Uxue Barkos sin importarle que la canaria Ana María Oramas, sentada en medio, esté interesada en escuchar a ZP.

Ya en el pasillo les pregunto por qué estan tan aburridos. "Estamos pensando en nuestras cosas", me responde el ministro de Exteriores con total naturalidad. Da gusto que no finja lo que no es. Imagino que estará dando vueltas a la resolución del caso Haidar. Caldera, en cambio se pone más trascendente: "A mi me encanta la UE, lo que pasa es que son debates muy institucionales en los que no hay mordiente, en los que está todo pactado. Pero a mi me interesa mucho, sobre todo por esto de Copenhague". Y entonces, ¿por qué se va? "Voy a por una cosa y vuelvo".

Soraya Saenz de Santamaría, con un estilismo muy rock chic -pitillos negros, botines de ante negro y tacón infinito, cadenas colgando hasta la cintura y una blazer para rebajar el tono- y el ex ministro de Agricultura, Arias Cañete, lo tienen claro: "No hay punch
porque el documento ya lo hemos cerrado ayer. El desencuentro llegará cuando pasen los seis meses y haya que analizar los resultados". Llamazares, por supuesto, aprovecha para cargar: "No hay debate sobre la UE porque seguimos hablando como si fuera una Iglesia incontestable y repleta de dogmas. Todos los presidentes que vuelven de la UE lo hacen como si fueran señores feudales".
Aaaaaaamén. Me largo al frío. Es muchísimo más estimulante.

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